miércoles, 12 de enero de 2011

ERES UNA NIÑATA Y NO PIENSAS



En su actuación melodramática el maltratador siempre te echa la culpa de todo. Todo es culpa tuya. Tu opinión no cuenta porque según él (o ella) solo dices tonterías y te hacen sentir idiota burlándose de tu incapacidad para entenderlos.

-Elen…¡Joder…! Que te estoy hablando en serio… No me vengas con tonterías. Que es algo importante para mí. Que a mí me va la vida… Elen… ¿Qué no lo entiendes? ¿No te das cuenta? ¿Tú sabes lo mal que a mí me hace sentir?

-¿Puedes tomarte esto más seriamente joder? ¡Que yo necesito tu apoyo! O ¿Es qué no lo ves?

- Elen yo te quiero… ¿No lo ves? … no lo estás viendo… ¡Es que no te enteras! Ya te darás cuenta y cuando te enteres será tarde.

Si hay una muletilla que odio son las del tipo: -“¿Me entiendes? ¿Sabes? ¿Me comprendes?”- Es como si te echaran en cara lo torpe que te encuentran y es típica de gente insegura que busca la aprobación. De dichas frases lo que se trasluce es algo así como: -¿Te has enterado tonta o te lo tengo que repetir más despacio?

Miguel cada dos por tres me decía:- ¡No me entiendes! ¡No te enteras! ¿Me comprendes? ¿Me escuchas? ¿Tú no lo ves razonable? ¿Tú no lo ves mejor así? u otras perlas varias.

Miguel empezó poco a poco como quien no quiere la cosa a meter frases de este tipo, hasta que se fueron haciendo más y más habituales en su vocabulario y fue incluso ampliándolas con frases como:¡No piensas…! ¡No tienes cerebro…! ¡No te enteras…! ¡Eres una niñata! ¡Con quien niñas se acuesta con niñas se levanta!.
Llego un punto que me las decía varias veces al día. Yo me cabreaba con él le decía que no tenía ningún derecho a hablarme así. Él se escudaba en que si yo no era tonta, pues él tenía claro lo inteligente que era, no me tendría que tomármelo a mal, dado que solo era un modo de hablar sin importancia, era cosa de sus nervios, que era una tontería que me lo tomara a mal, porque él no lo pensaba así realmente.

En cierta ocasión incluso me echo en cara que conmigo era francamente difícil hablar, que no le escuchaba y que no me tomaba en serio lo que me decía. Lo cual no era más que una evidencia de que era una niñata.

Ese día me abordó: -¡Tenemos que hablar…!- Otra de sus celebres frases tras la que guardaba unos silencios eternos, como si la cosa fuese un tema del más alto secreto internacional y temiera que nos espiaran. Como apuntaba Píndaro: “Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice”

Nos sentamos en la terraza y empezó a quejarse:- Elen estoy muy mal en el trabajo y creo que lo voy a dejar… ¿Tú qué crees…?

Eso porque según tomara yo la decisión así se haría y en caso de que fuera mal la culpa sería enteramente mía. Entonces yo solté una gracia chistosa sobre el tema en cuestión, no logro recordar cual, y él explotó: - Ves como es imposible hablar contigo… ¡Claro como no te tomas nada en serio…! Y luego te quejas de que te llame niñata… A ver Elen ¿Puedes estar por lo que tienes que estar…? ¿Puedes estar por lo que te digo? O ¿Es que no te entra en la cabeza que yo estoy muy mal en el trabajo y necesito que me apoyes, necesito que me escuches y me des una solución…? ¡Elen que nunca escuchas lo que te digo…! Que siempre sueltas gilipolleces ¿Por qué no puedes hablar como una persona normal…? ¿Por qué no te tomas los asuntos en serio? Elen que yo estoy muy mal y tú me sueltas gracias… Elen a ver si aprendes a pensar… ¡Joder… que no es tan difícil! Vengo a casa hecho polvo y no recibo tu apoyo. Elen que somos una pareja y no lo parece… ¡Que no puedo hablar contigo! ¡Que no te enteras! ¡Que no me escuchas…! ¿Tú sabes lo solo que me hace sentir eso…? ¿Tú sabes cómo me siento? Elen a ver si maduras por favor, que yo no puedo seguir así… que yo necesito una pareja, yo necesito que pienses como una persona adulta que yo me puedo hundir, que yo estoy muy mal, que nada me sale bien, que pillaré una depresión de seguir así y contigo no se puede contar… Elen que yo necesito una pareja no una niñata.

martes, 4 de enero de 2011

LO MEJOR QUE PUEDES HACER ES...




-Lo mejor que puedes hacer si te llama es colgarle el teléfono…
A esa frase se resumieron todos los minutos…horas de espera pasadas en una sala ocre aguardando denunciar a mi ex-pareja por acoso moral.

Así que allí estaba a las puertas de la comisaría de Vía Layetana, a las cinco de la tarde, todo un día perdido… toda una noche sin poder dormir y recordando que hacia cuatro años en ese mismo escenario, en esa misma calle, yo trate por primera vez huir de él…

Mi nombre es Elena, el suyo Miguel. Omitiré su apellido… no por respeto, por supuesto, no le tengo ninguno, sino por considerar que solo es un caso más como tantos otros.

Miguel, es nombre de ángel, lo que le pega muy bien, siempre tratado de quedar como un ser angelical a los ojos de todo el mundo, pero los diablos no son otra cosa que ángeles al fin y al cabo. Diablo es una palabra cuyo significado es él que tiene dos leguas, él que engaña… Y la lengua es el arma de los acosadores morales.
El habla, es en todo caso el arma corrosiva de los acosadores morales, teniendo el don de saber llevarte a su terreno, mientras niegan cualquier tipo de responsabilidad, es más, ellos te hacen ver que son las victimas…
De este modo Miguel nunca tenía la culpa de nada: -La culpa es tuya…- me decía.
Y es verdad, la culpa es mía, porque me la quedaba yo. yo era la que me sentía culpable por todo.
Una vez oí que “siempre es mejor ser el que más ama de los dos”. Y supongo que en ese momento me pareció cierto, yo lo único que sé, es que he sido un autentico rehén, una autentica prisionera de la culpa.
Miguel quería que yo estuviera con él, el problema es que yo veía que la relación me consumía, que no le quería, pero el mero hecho de querer dejarlo me hacia sentir culpable. Porque ahí está otro factor al que no se le da tanta importancia como al maltrato sicológico, pero que igualmente incapacita a la victima; el chantaje emocional, igual de dañino, igual de corrosivo.

Lo gracioso del tema, es que yo, siempre he afirmado; (poniéndonos metafísicos) que el cambio hay que buscarlo, que si no el cambio te busca a ti. Además si tú no provocas el cambio para bien, el cambio vendrá y será para mal. Yo me lo repetía una y otra vez pero sobre mis deseos de huida pesaban más las palabras de Miguel…

Hace tiempo, ya habiendo roto con él, una amiga me regalo un libro sobre acoso moral, la verdad… me quede sorprendida, viendo reflejado a Miguel en ese libro, ello me ha ayudado; el hecho de ver que no era una paranoia mía, me ha quitado el sentimiento de culpa. Me sorprendí sobre todo porque el acosador moral utiliza unas pautas a seguir, de modo que tú sabes que algo no va bien, pero no los ves como culpables. La culpable eres tú que según ellos cometes errores. Y como no piensas que este tipo de maltrato, del que hablan en todos los medios, te este pasando a ti, pues caes más en sus redes.

Esta proyecto de novela gráfica pensé en llamarlo en su origen “Lo mejor que puedes hacer es…” Porque me decidí a escribirlo el mismo día que fui a denunciarlo y realmente la frase me impacto. Pero al final creo que lo más propio es que se quede con este titulo “La culpa es tuya…” porque todo el libro trata de como con la palabra se puede someter a alguien imprimiéndole la culpa, lo cual es fácil en una sociedad cuya más importante religión la de nuestros “padres o abuelos” por así decirlo es católica, y la iglesia es un claro exponente del sometimiento por culpa, así se fundo de hecho sobre la imagen del diablo, pues su lema es; arrepiéntete, arrepiéntete de tus pecados o iras al infierno, no vengas a la iglesia y serás un pecador, haz esto o aquello y condenaras tu alma al suplicio eterno. Lo mismo nos sucede por esta resaca de fe que nos a quedado en otro tema cristiano el del “buen samaritano” tenemos impreso como correcto el darnos a los demás, porque Jesús murió por nosotros en la cruz y etc y etc… se que parece una tontería pero más que en otras sociedades este pasado subyace este sentimiento de débito y de culpa se nos imprime. Mi abuela sin ir más lejos es terriblemente católica, y aunque yo no lo sea te marcan esa necesidad de ser correcta.

Ahora sé que el peor día de mi vida, fue él día que empecé a salir con él. Juro que me hubiera encantado que en el inicio de nuestra relación me hubiera pegado. Las heridas están un tiempo, luego cicatrizan y desaparecen, llevándose el rencor con ellas. Pero el hecho es que la gente soporta menos la humillación que el dolor. Debido a ello siempre recordamos más a quien nos ha ofendido, injuriado o sometido al ridículo que a quien nos ha causado un mal físico, porque las heridas del ego suelen quedar más tiempo abiertas.

En fin, para mi lo peor ya paso y me alegro de poder odiarlo. Eso me satisface enormemente, porque antes me odiaba a mi misma por no poder dejarlo. Debido a que las gentes como él, juegan con nuestro sentido del deber, para hacernos prisioneros de la culpa, para esclavizarlos, ellos no nos ven solo somos meros objetos que les debemos devoción.

NOTA SOBRE EL MIEDO


“Estaba descubriendo que, aunque sabía que de aquella situación sólo podría librarse pensando, no quería pensar en ella ni cuando podía, y eso era lo peor. Desechaba el pensamiento como un niño que rechaza la comida aunque sabe que no le dejarán levantarse de la mesa hasta que la haya terminado.

Se negaba a pensar en ello porque ya era bastante duro tener que vivirlo; porque cada vez que lo intentaba surgían imágenes desagradables…”

Misery de Stephen King


El miedo es un instinto y como tal es necesario, necesitamos liberar adrenalina, por ello la gente gusta del miedo, el miedo controlado, una atracción de feria, una película de suspense, lo necesitamos… En la actualidad vivimos en una sociedad en la que nos creemos inmunes a los peligros, estamos acostumbrados a ver situaciones de peligro en el telediario pero en nuestras conciencias pensamos que las cosas terribles siempre les pasan a otros. Antiguamente era muy diferente antiguamente hasta hace apenas un siglo la gente en lo cotidiano convivía con el miedo, muchas podían ser las causas de muerte, siempre acechando. Muy pocos llegaban a una edad avanzada y en las sociedades más antiguas, las que vivían en competencia con los animales, era cuestión de vida o muerte estar siempre alerta.

Hay muchos tipos de miedos y no todos nos afectan por igual, unas personas temeos unas situaciones y otras, otras. Lo habitual es tener miedo a la muerte, a lo desconocido, al dolor, incluso acosas o animales como el caso del temor a las arañas, la oscuridad o a las calaveras, estos temores se entienden por fobias.

Pero hay otros tipos de miedos en los que la gente habitualmente no repara y en una sociedad con una cultura penitente fundamentada por la Iglesia, sentirse culpable puede ser objeto de un gran temor, ¿Alguna vez no os ha paralizado sentiros culpables? ¡Preguntároslo! ¿Seguro que en algún momento de vuestras vidas habéis sentido miedo ante la idea de ser culpables de algo?

El miedo, el miedo a equivocarnos, el miedo a la duda y la manipulación de la información son el arma de fuego de los acosadores morales. Con ellas te retienen y te paralizan, el miedo a juzgarlos mal, el miedo a equivocarte con ellos, el miedo que te hacen sentir abandonarlos es lo que más te retiene.

La presente novela gráfica que trato de crear trata sobre una serie de situación personales que vivido en diferentes etapas de mi vida en las que he convivido con el maltrato y el acoso y porque me volví bulímica a causa de ello.

Uno de los aspectos de esta obra gráfica será tratar la violencia desde el punto de vista del miedo a sentirse culpable, el miedo que siente una persona ante un chantajista emocional y como ello te hace permanecer a su lado dejando imponerse su bienestar a costa del tuyo propio… Porque claro si te rebelas tú quedas como la egoísta y te lo hacen sentir. Los acosadores morales nunca se cuestionan así mismos, ellos nunca se ponen en duda, pero te ponen a ti en duda sobre ti misma.

A mí personalmente no me aterra la muerte, no me paraliza una calavera en tanto es algo natural todos llevamos una dentro, pero si me aterra la impotencia, la inseguridad y el sentimiento de culpa.


lunes, 3 de enero de 2011

BIENVENIDOS!!

Mi nombre es Elena Catalán y como propósito para el 2011 comienzo este blog donde iré subiendo bocetos y páginas de una novela gráfica que estoy realizando.
Trata sobre acoso moral, maltrato y consecuencias.
En está obra gráfica abordaré estos temas desde mi propia experiencia personal y trataré de enseñar los mecanismos mediante los que actúan los maltratadores para paralizarte y retenerte junto a ellos.
Así mismo enseñaros como el acoso moral y los estados de sometimiento y privación de la voluntad pueden derivar en una bulimia postraumatica.
Son temas serios aunque los abordaré con muchas dosis de humor.
Os dejo el primer boceto que he realizado para la portada en caso de que algún día llegará a editarse.

El Titulo CADA VEZ QUE VOMITO DIOS MATA UN GATITO es debido a que un amigo, que conoce mi pasión por los gatos y mis problemas con la bulimia para evitar que vomitará me decía:
- Cada vez que vomitas Dios mata un gatito.
Incluso me preguntaba cuántas veces había vomitado al día y entonces me mandaba fotos de gatitos y me decía hoy has matado a estos dos...tres...